22 mayo 2006

Versos Dorados


Honra, en primer lugar, y venera a los dioses inmortales,
a cada uno de acuerdo a su rango.
Respeta luego el juramento,
y reverencia a los héroes ilustres,
y también a los genios subterráneos:
cumplirás así lo que las leyes mandan.
Honra luego a tus padres y a tus parientes de sangre.
Y de los demás, hazte amigo del que descuella en virtud.
Cede a las palabras gentiles y no te opongas a los actos provechosos.
No guardes rencor al amigo por una falta leve.
Estas cosas hazlas en la medida de tus fuerzas,
pues lo posible se encuentra junto a lo necesario.
Compenétrate en cumplir estos preceptos,
pero atiénete a dominarante
todo las necesidades de tu estómago y de tu sueño,
después los arranques de tus apetitos y de tu ira.
No cometas nunca una acción vergonzosa,
Ni con nadie, ni a solas:Por encima de todo,
respétate a ti mismo.
Seguidamente ejércete en practicar la justicia,
en palabras y en obras,
Aprende a no comportarte sin razón jamás.
Y sabiendo que morir es la ley fatal para todos,que las riquezas,
unas veces te plazca ganarlas y otras te plazca perderlas.
De los sufrimientos que caben a los mortales por divino designio,
la parte que a ti corresponde,
sopórtala sin indignación;
pero es legítimo que le busques remedio en la medida de tus fuerzas;
porque no son tantas las desgracias que caen sobre los hombres buenos.
Muchas son las voces, unas indignas,
otras nobles, que vienen a herir el oído:
Que no te turben ni tampoco te vuelvas para no oírlas.
Cuando oigas una mentira, sopórtalo con calma.
Pero lo que ahora voy a decirtees preciso que lo cumplas siempre:
Que nadie, por sus dichos o por sus actos,
te conmueva para que hagas o digas nada que no sea lo mejor para ti.
Reflexiona antes de obrar para no cometer tonterías:
Obrar y hablar sin discernimiento es de pobres gentes.
Tú en cambio siempre harás lo que no pueda dañarte.
No entres en asuntos que ignoras,mas aprende lo que es necesario:
tal es la norma de una vida agradable.
Tampoco descuides tu salud,
ten moderación en el comer o el beber,
y en la ejercitación del cuerpo.
Por moderación entiendo lo que no te haga daño.
Acostúmbrate a una vida sana sin molicie,
y guárdate de lo que pueda atraer la envidia.
No seas disipado en tus gastos
como hacen los que ignoran lo que es honradez,
pero no por ello dejes de ser generoso:
nada hay mejor que la mesura en todas las cosas.
Haz pues lo que no te dañe, y reflexiona antes de actuar.
Y no dejes que el dulce sueño
se apodere de tus lánguidos ojos
sin antes haber repasado lo que has hecho en el día:
"¿En qué he fallado?
¿Qué he hecho?
¿Qué deber he dejado de cumplir?"
Comienza del comienzo y recórrelo todo,
y repróchate los errores y alégrente los aciertos.
Esto es lo que hay que hacer.
Estas cosas que hay que empeñarse en practicar,
Estas cosas hay que amar.
Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección.
¡Por quien trasmitió a nuestro entendimiento la Tetratkis,
la fuente de la perenne naturaleza.
¡Adelante pues! ponte al trabajo,
no sin antes rogar a los dioses que lo conduzcan a la perfección.
Si observares estas cosas
conocerás el orden que reina entre los dioses inmortales
y los hombres mortales,
en qué se separan las cosas y en qué se unen.
Y sabrás, como es justo,
que la naturaleza es una y la misma en todas partes,
para que no esperes lo que no hay que esperar,
ni nada quede oculto a tus ojos.
Conocerás a los hombres,
víctimas de los males que ellos mismos se imponen,
ciegos a los bienes que les rodean,
que no oyen ni ven:son pocos los que saben librarse de la desgracia.
Tal es el destino que estorba el espíritu de los mortales,
como cuentas infantiles ruedan de un lado a otro,
oprimidos por males innumerables:
porque sin advertirlo los castiga la Discordia,
su natural y triste compañera,
a la que no hay que provocar,
sino cederle el paso y huir de ella.
¡Oh padre Zeus!
¡De cuántos males no librarías a los hombres
si tan sólo les hicieras ver a qué demonio obedecen!
Pero para ti, ten confianza,
porque de una divina raza están hechos los seres humanos,
y hay también la sagrada naturaleza
que les muestra y les descubre todas las cosas.
De todo lo cual,
si tomas lo que te pertenece,
observarás mis mandamientos,
que serán tu remedio,
y librarán tu alma de tales males.
Abstiénete en los alimentos como dijimos,
sea para las purificaciones, sea para la liberación del alma,
juzga y reflexiona de todas las cosas y de cada una,
alzando alto tu mente,
que es la mejor de tus guías.
Si descuidas tu cuerpo para volar hasta los libres orbes del éter,
serás un dios inmortal,
incorruptible,
ya no sujeto a la muerte.
Versos Dorados, Artibuidos a Pitagoras
Eli

09 mayo 2006

Arte Teurgica

Si la Alquimia es el arte y ciencia de las transformaciones y transmutaciones, la Teúrgia persigue los mismos fines y se basa en idénticos principios, es decir en analogías y correspondencias.

Pero la Alquimia trata más del ser individual que del universal, del microcosmos más que del macrocosmos.

En realidad tanto Alquimia como Teúrgia operan de modo semejante y deben ser distinguidas de la hiperquímica (material y metálica) y la magia mal llamada "ceremonial" en cuanto éstas buscan exclusivamente logros verificables basados en la relación causa- efecto, siempre personalizados e individualistas en contraposición con la magia natural y la Alquimia auténtica, despersonalizadas, atentas siempre a los principios y al orden dialéctico de la Creación.

Lo interesante del asunto es que tanto Teúrgia como Magia utilizan además procedimientos similares por lo que tal vez su diferencia estriba no tanto en la índole de la coreografía ritual, sino más bien en el ánimo de los participantes, en sus intenciones, y sobre todo en el conocimiento directo del universo de energías invisibles que expresa y plasma la ceremonia.
En la base de todo rito, incluido el mágico, se encuentra la idea de que el Universo es un Todo indisoluble e indivisible en partes. Esta armonía está dada por la oposición continua de dos factores que deben complementarse, bien por la guerra, o sea atacando y rechazando, o bien por la paz, asimilando por simpatía. En ambos casos se procede por correspondencias o analogías inversas.


Ejercer acción sobre una cosa es ejercer esa acción sobre un conjunto innumerable de cosas en un mundo concebido como concatenado; igualmente hacerlo sobre un ser humano implica realizarlo en toda la humanidad; la economía de la Teúrgia fija sus propios límites sin imponerlos.

Sus fines son imprecisos, sus medios han de ser exactos, por paradigmáticos y míticos y perfectos, es decir, especialmente adecuados a la situación espacio- temporal que signa el rito aunque resulten totalmente paradójicos para el propio operador que en su gestión no sabe definir con claridad –y no lo necesita– dónde y cómo los distintos sucesos de su propia y divina comedia pudieran ser traducidos en medio de una Revelación Permanente.

El hombre es el corazón del Universo.

Efectivamente el microcosmos cumple la misma función en el cosmos que el corazón en el cuerpo humano, y a través de su dualidad, referida a sus dos naturalezas: divina y humana (sístole y diástole), es capaz de recrear perennemente la vida con la que se encuentra indisolublemente unido, pues es un todo con ella, correspondiéndose ambos de manera perfecta e idéntica al punto que constituyen, han constituido y constituirán, una misma entidad.

El mundo entero está animado y perfectamente vivo hoy día (y siempre), como un animal o ser gigantesco cuyas partes u organismos se articulan y moldean constantemente entre sí impulsados por los movimientos de su corazón, el ser humano, centro del Universo. Y este ser, siendo parte esencial de la creación regenera permanentemente el cosmos, aun con su sola presencia.

En un mundo así todo es mágico y cada gesto, signo o palabra un acto generativo capaz a su vez de producir indefinidos reflejos de sus mismas características.

Esto es estar haciendo el mundo perpetuamente y el hombre ha conocido esta realidad siempre aun de modo inconsciente, y ha participado de ella, como lo prueban legiones de sabios, sacerdotes, chamanes, magos y también, a su nivel, artistas varios, políticos, ilusionistas y vendedores ambulantes. Por otra parte, entonces, ¿qué más operativo y mágico que la oración del corazón, la cual debida a una concentración en el meollo del ser humano que pronuncia la plegaria o invocación, se dirige al corazón del Ser Universal con el que pretende, y logra armonizarse?

Fuente : Federico Gonzalez

Eli

01 mayo 2006

El Círculo

" El mundo está compuesto de energías atómicas inteligentes, diversas e infinitas.

Todo ser aspira y respira; sólo el hombre aspira, respira y piensa.
El pensamiento en el hombre es la base de sus aspiraciones y la aspiración forma el futuro del hombre.
Las inteligencias infinitas y diversas que palpitan en la Naturaleza esperan, ansiosamente, las aspiraciones y respiraciones del Rey de la Creación, para servirle y obedecerle.

El mundo de estas inteligencias es el mundo interno.

Pensar alto y aspirar hondo es atraer al cuerpo las más evolucionadas inteligencias.

El hombre en su cuerpo es la miniatura del Cosmos: Todo lo que está arriba es igual a lo que está abajo, y todo lo que contiene el Macrocosmos lo contiene el Microcosmos.
El hombre que aspira y concentra, abre un camino directo a su objeto.

La Iniciación significa ir dentro en busca del Cristo, impulso que es el iniciador en toda sabiduría; todo hombre es su propio iniciador y su propio salvador.

Quien busca en el interior de su Templo vivienda halla al Dios Íntimo que mora en él.

Nuestra actual edad es la más adecuada para esta búsqueda por medio de la concentración, aspiración e inspiración.

Aspirar, concentrar y respirar átomos de luz nos conduce a la iluminación.

El objeto del pensar y del aspirar, en nuestra nueva edad, es libertar nuestros sentidos de la esclavitud de nuestros átomos inferiores para lograr el futuro desenvolvimiento.
Toda sección en el cuerpo tiene una vibración y una ley individual; pero la Ley de las LEYES emana del Absoluto Íntimo.

Aspirar y respirar meditando, es el único camino que nos conduce a la única Ley del Reino Interno.

El objeto de nuestra unión con el Íntimo es darle libertad de acción más allá de nuestro cuerpo objetivo y ser conscientes de sus obras.

La concentración es el puente tendido desde nuestro cuerpo hacia el Íntimo Infinito, cuyo objeto es comunicarnos con EL.

Respirar es vivir, meditar es crear.

Una concentración voluntaria y perfecta une a los elementos de la mente con la conciencia de la Naturaleza.

Cuando el hombre medita y aspira, todo su cuerpo se convierte en filtro: absorbe mucha fuerza hacia adentro y esta fuerza forma alrededor del cuerpo una armadura protectora que impide la penetración de las fuerzas destructivas.

Hay que meditar hasta obtener un pensamiento propio y una fuerza propia y no acudir a otros seres pidiéndoles protección.

El pensamiento propio viene de lo interior y es el que nos guía en el camino de la evolución y la liberación.

La meditación en el Íntimo, rasga la atmósfera que cubre la sabiduría divina, herencia de todo hombre.

Los archivos de la Sabiduría Divina están en manos de los Ángeles de Luz que nos circundan y viven en nuestro cuerpo; para poseer esta sabiduría hay que conquistar a estos ángeles por la contemplación y la aspiración".
Extractos, J. Adoum
Eli